Han logrado, a través del editorial de la revista Veintitrés nº 549, una fotografía gris, real y cruel de la concepción política y los valores perdidos de los argentinos. Es muy triste reconocerlo pero es la realidad.
Como militante popular me sentí interpelado.
Creo que es bueno que muestren el lado humano de los profesionales de la política como ustedes le llaman a través de la sección “10 momentos”. Eso esta muy bien.
Pero quisiera contarles algo. Muchos jóvenes, en el anonimato mediático pero en la realidad cotidiana, militamos en un barrio, en un comedor comunitario, en una villa de emergencia tratando de dar solución a los problemas de los pibes, de los viejos. Y estamos orgullosos de ser militantes políticos además. Porque todavía creemos. Si, creemos en la política como herramienta de transformación. Tal vez seamos crédulos, pero es una convicción firme. Somos vecinos comunes. Somos trabajadores, estudiantes. Tenemos padres, amigos, hijos, tíos, hermanos. Muchas veces les quitamos tiempo a ellos y a nosotros mismos por militar. Nos cuesta, pero sarna con gusto no pica. No se si esta bien decirlo pero a hay oportunidades en donde ponemos recursos económicos de nuestro bolsillo para solucionar los problemas cotidianos. Como verán no es negocio porque no es mercancía lo que esta en juego, sino valores.
Creo que la fotografía que ustedes realizaron, con el editorial mencionado, puede ser diferente con el tiempo. Puede empezar a tener colores tenues, sin mucho brillo, pero colores al fin. Porque alguna vez el país los tubo, porque alguna vez el pueblo argentino creyó. Porque alguna vez la juventud en masa hizo carne los valores de compromiso, lealtad, solidaridad, entrega. Porque alguna vez se discutieron ideas y proyectos. Por eso y porque el fin de la historia de Fukuyama fue puro verso neoliberal, les puedo asegurar que tratamos de contagiar. Lo logramos muchas veces. Otras no tanto. Cuesta.
Eso si, tenemos un problema: Esta patriada no la muestran en la tele ni en los diarios. Por lo tanto está en duda nuestra existencia. La mass media argentina sigue empecinada en denostar la política, en fomentar la cultural individual, en ser “independientes”.
Pero no importa. No importa porque seguiremos el camino de la construcción política de poder popular. Es una construcción realizada desde lo colectivo, mas larga, más dura pero la única que enamora, que trasforma la realidad. En eso estoy, en eso estamos.
Así que, si alguna vez tenemos un lugar, aunque más no sea a través de una carta de lectores, será de corazón agradecido.
Leonardo Gabriel Farías – militante popular
therocker77@yahoo.com
Como militante popular me sentí interpelado.
Creo que es bueno que muestren el lado humano de los profesionales de la política como ustedes le llaman a través de la sección “10 momentos”. Eso esta muy bien.
Pero quisiera contarles algo. Muchos jóvenes, en el anonimato mediático pero en la realidad cotidiana, militamos en un barrio, en un comedor comunitario, en una villa de emergencia tratando de dar solución a los problemas de los pibes, de los viejos. Y estamos orgullosos de ser militantes políticos además. Porque todavía creemos. Si, creemos en la política como herramienta de transformación. Tal vez seamos crédulos, pero es una convicción firme. Somos vecinos comunes. Somos trabajadores, estudiantes. Tenemos padres, amigos, hijos, tíos, hermanos. Muchas veces les quitamos tiempo a ellos y a nosotros mismos por militar. Nos cuesta, pero sarna con gusto no pica. No se si esta bien decirlo pero a hay oportunidades en donde ponemos recursos económicos de nuestro bolsillo para solucionar los problemas cotidianos. Como verán no es negocio porque no es mercancía lo que esta en juego, sino valores.
Creo que la fotografía que ustedes realizaron, con el editorial mencionado, puede ser diferente con el tiempo. Puede empezar a tener colores tenues, sin mucho brillo, pero colores al fin. Porque alguna vez el país los tubo, porque alguna vez el pueblo argentino creyó. Porque alguna vez la juventud en masa hizo carne los valores de compromiso, lealtad, solidaridad, entrega. Porque alguna vez se discutieron ideas y proyectos. Por eso y porque el fin de la historia de Fukuyama fue puro verso neoliberal, les puedo asegurar que tratamos de contagiar. Lo logramos muchas veces. Otras no tanto. Cuesta.
Eso si, tenemos un problema: Esta patriada no la muestran en la tele ni en los diarios. Por lo tanto está en duda nuestra existencia. La mass media argentina sigue empecinada en denostar la política, en fomentar la cultural individual, en ser “independientes”.
Pero no importa. No importa porque seguiremos el camino de la construcción política de poder popular. Es una construcción realizada desde lo colectivo, mas larga, más dura pero la única que enamora, que trasforma la realidad. En eso estoy, en eso estamos.
Así que, si alguna vez tenemos un lugar, aunque más no sea a través de una carta de lectores, será de corazón agradecido.
Leonardo Gabriel Farías – militante popular
therocker77@yahoo.com
