domingo, 23 de mayo de 2010

Bicentenario como punto de partida

fuente: http://pedromunaretto.wordpress.com/2010/05/23/bicentenario-como-punto-de-partida/

Cuando se dijo, con el tema de la decisión de la Presidenta de no ir a la inauguración del Teatro Colón, empezaron a aflorar discursos de, como yo los llamo, fundamentalistas de la concordia.

Estos personajes, que traducen en millones de personas su pensamiento a través de las empresas oligopólicas de información, aprovechan estas ocasiones para una vez más dar su visión maniquea de la resolución de los conflictos políticos y sociales. Para muchos, el Bicentenario aparece como una oportunidad donde el deber de la dirigencia es la concordia. Para ellos, la concordia aparece como deber, sólo con la finalidad de tapar los conflictos inherentes al ser humano y a la convivencia social sana.

En el pasado, la concordia era instalada a través de los soldados y sus valientes armas, y ya que hoy en día eso aparece como una posibilidad más remota, utilizan a otro tipo de soldados: estos son los soldados de la pluma y el papel, quienes a veces demuestran tener menos escrúpulos que los asesinos del pasado. Y a veces, en algunos personajes esos dos roles históricos trágicamente coinciden.

Por eso, cuando se quiere instalar el discurso de que “la dirigencia política en este momento debe estar toda unida”, o “qué vergüenza que no se pongan de acuerdo para inaugurar el Colón”, o “hay que olvidar las disputas del pasado”, estemos alertas compañeros. Esos intentos significan a largo plazo la desacreditación social del debate de ideas y del disenso. Porque así como es importante el consenso para la construcción positiva de proyectos, el disenso es igualmente importante para la construcción libre y legítima de dichos proyectos.

Es por eso, para ir cerrando, que no veo que el Bicentenario sea momento para olvidar las disputas pasadas, sino todo lo contrario: no olvidemos nada, aprendamos de los errores y seamos mejores, mucho mejores en el futuro. El momento histórico de nuestro país y de la región es único; si el Bicentenario es el momento propicio para instalar todos los debates posibles pendientes,¡ que así sea entonces!

Si no sabemos aprovechar este momento único, como decía, los únicos culpables vamos a ser nosotros. Entendamos que el Bicentenario es un momento para reflexionar del pasado, y proyectar hacia el futuro nuestros sueños. Por eso el Bicentenario no es el fin de un camino, sino un punto de partida.

¡Feliz Bicentenario a todos!

¡Por una Patria cada día más justa, libre y soberana!

¡Venceremos!

Canción del Bicentenario por Gieco y Porchetto, en YouTube

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